miércoles, 6 de junio de 2007


Que me rescate la música que en ella todavía confío.
que me secuestre de la ausencia del atiborra-miento
que me encuere las venas.
Hagamos música, no importa el objeto.
Rentemos unos oídos si no sabemos escuchar.
Todos dicen y hablan del oficio más viejo del mundo, y a mí parecer la música también nació en aquellos tiempos pero al contrario de ese oficio ésta nació de gratis y algunas veces la seguimos gozando gratis.
Vayamos pues por el mundo sacudiéndonos las penas con una buena canción y apostándonos al mejor postor.

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