martes, 4 de septiembre de 2007


El domingo pasado en misa al escuchar el evangelio no se por qué me acordé de tí, amigo mío y decidí ponerlo hoy, que es día de pesca para las letras, es de un vato al que le dicen San Lucas, y dice así:

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo.

Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:

«Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: “Déjale el lugar a este”, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate a la cabecera”. Entonces te veras honrado de presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido».

Luego dijo al que lo había invitado:

«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así seras dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos».

1 comentario:

oliverato dijo...

alabado sea el señor.....me estoy volviendo cristiano darkmetalero,..jajaja.....esta de huevos estas palabras we...un día me cae que lo voy a hacer... en mi cumpleaños lo haré.-...... te juro.